La medicina alternativa es cada vez más popular para el
tratamiento de enfermedades crónicas como la artritis. La desilusión por los
resultados de la medicina convencional a veces lleva a los afectados hacia
estas terapias inusuales que nunca habrían tenido en cuenta cuando se
encontraban bien.
Tras decidir probar una terapia complementaria, ¿por dónde
se empieza? ¿Cómo saber si funcionará? Los médicos y psicólogos pasan por
rigurosos programas de formación, pero no así todos los especialistas de
medicina complementaria. Se está mejorando, pero todavía puede abrir una
consulta de medicina complementaria alguien que no haya recibido ninguna
formación al respecto. Hay que buscar un especialista registrado que, por ley,
esté obligado a disponer de una licencia otorgada por su colegio profesional.
Muchos médicos le remitirán a un terapeuta alternativo, y
algunas terapias alternativas están ya incluidas en los seguros médicos
privados, siempre que tengan el respaldo de un médico cualificado.
Al evaluar una determinada terapia o dieta, hay que hacerse
las siguientes preguntas:
- ¿Me importará estar casi completamente desnudo mientras me
dan un masaje?
- ¿Seré capaz de seguir una dieta muy estricta?
- ¿Soportaré que me clavcn agujas de acupuntura?
- ¿Me sentiré cómodo hablando del proceso de mi enfermedad
con un psicoterapeuta?
- ¿Tendré el tiempo y la paciencia para meditar todos los
días?
- ¿Hasta dónde estoy preparado para alterar o modificar mi
estilo de vida?
Otro criterio de importancia es el tiempo que estemos
dispuestos a dedicarle a una determinada terapia, y cómo la integraremos en
nuestra vida. También habría que tener en cuenta los gastos implicados. El
grado de movilidad también afectará a la elección del tratamiento.
Precauciones
Decida lo que decida, no abandone su tratamiento analgésico
por haber elegido otro tipo de terapia. El control del dolor y la inflamación
es importante y, en la mayoría de los casos, los tratamientos alternativos
funcionan bien junto con los medicamentos. Sin embargo, puede haber excepciones
con algunos remedios homeopáticos o herbales, de modo que nunca hay que iniciar
un tratamiento sin consultar antes con el médico. También hay que informar al
terapeuta de los medicamentos que se estén tomando.
Cualquier terapeuta complementario que se precie debería
estar preparado para hablar con su médico si fuera necesario. De hecho, el
terapeuta podría recomendarle que acudiera a su médico convencional antes de
iniciar un tratamiento complementario. Desconfíe del terapeuta que hable
despectivamente de la medicina convencional.
Cuerpo y mente
Una última pregunta sería: ¿quiero que la terapia
complementaria actúe directamente sobre la artritis, o que me ayude a superar
la ansiedad, la depresión y el estrés asociado? Muchos artríticos sufren algún
grado de depresión, y es casi inevitable sentir una cierta amargura cuando se
sufre una enfermedad incurable.
Cada vez se reconoce más el efecto de la actitud mental
sobre el estado físico en las enfermedades importantes. Algunas terapias
alternativas, como la visualización y la
meditación, ayudan a sustituir los pensamientos negativos por positivos,
y nos alivian hasta reducir el dolor, pero, por útiles que sean, esas terapias
no alivian directamente la artritis.
En cambio, una diera estricta que elimine las sustancias que
producen ácidos, como el alcohol, los cigarrillos, la cafeína y el azúcar blanco, y que las sustituya por alimentos
alcalinizadores como verduras y legumbres, sí surtirá un efecto directo sobre
las articulaciones. Sin embargo, primero hay que considerar si se va a ser
capaz de seguir una dieta así.
Las terapias de manipulación, como la Osteopatía y la
quiropráctica, pueden aliviar y, hasta cierto punto, corregir articulaciones
deformadas. La acupuntura también pretende atacar el problema. La Técnica de Alexander usa
medios físicos y mentales para mejorar notablemente la salud, sobre todo cuando
la artritis afecta a la postura. Lo mismo se puede decir del yoga. Pero, para
que funcionen, estas terapias necesitan compromiso y una práctica constante.
ASPECTOS A CONSIDERAR
Hay una gran variedad de terapias complementarias. A la hora
de elegir una deberá tener en cuenta lo siguiente:
1 No se ha demostrado la existencia de una cura para la
artritis. Desconfíe de cualquier terapeuta que afirma que la hay.
2 Todas las terapias complementarias exigen una
participación activa, y ésta puede consumir mucho tiempo.
3 Hay que asegurarse de que el terapeuta tenga una formación
acreditada. Para confirmarlo, deberá consultar al colegio profesional
correspondiente.
4 Antes de decidirse por una terapia costosa, solicite
hablar con algún cliente satisfecho.
5 Consulte con su médico antes de iniciar una terapia
alternativa.