La Homeopatía en el tratamiento de la Artrosis | ARTRITIS24

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La Homeopatía en el tratamiento de la Artrosis

El médico alemán Samuel Hahnemann (1755-1843), fue el creador de la homeopatía. Descubrió que, cuando una sustancia “similar” -similar en cuanto a su capacidad para producir un síntoma y estimular la capacidad autocurativa del organismo para eliminar ese síntoma- era empleada contra una enfermedad, los pacientes se curaban suave y permanentemente.

La medicina homeopática se basa en la teoría de que “semejante cura a semejante”.  Por ejemplo, una articulación inflamada, caliente y delicada, y que encuentra alivio con el frío, se trata con Apis, elaborado a partir de abejas, porque los síntomas se parecen a los de la picadura de una abeja.

Las meticulosas observaciones que Hahnemann hizo de la medicina convencional lo convencieron de que esta se basaba en la ley de los opuestos. En otras palabras, los médicos prescribían un medicamento para que el organismo funcionara al revés. Por ejemplo, una persona con mucosidad se tomara un medicamento que frene esa mucosidad. Sin embargo, un homeópata administrará una sustancia que provocaría mucosidad en una persona sana, pero que cura al enfermo.

Los remedios homeopáticos se elaboran con plantas, minerales, animales y materias insanas. Pasan por un proceso de dilución y agitado. Denominado potenciación, por el que se liberan los poderes curativos de la sustancia, mientras que las cualidades tóxicas y dañinas son eliminadas. El remedio estimula la capacidad autocurativa del organismo y la restauración del equilibrio. Los remedios se encuentran disponibles en la consulta del homeópata, en las farmacias homeopáticas y en cada vez mayor número de farmacias convencionales.

Al ser la homeopatía una forma holística de curación, que trata tanto el cuerpo como la mente, no existen remedios para patologías sino para personas que sufren unos síntomas individuales. Esa individualidad es lo que permite al homeópata identificar el tratamiento correcto. Al prescribir un medicamento, el homeópata tiene en cuenta el estado mental del paciente, sus perspectivas, su personalidad y comportamiento en general, además de la enfermedad. Al igual que sucede con la mayoría de los tratamientos complementarios. la homeopatía pretende estimular el mecanismo de autocuración del organismo, sin efectos secundarios.

Lo esencial del concepto de homeopatía es que cuanta mas pequeña sea la dosis más potente será. Esta idea, en clara confrontación con la medicina convencional, ha sido uno de los mayores impedimentos para que la homeopatía sea aceptada por la profesión médica oficial.
La dosis de “ingrediente activo" es lo que produce el efecto curativo en la medicina homeopática, sin efectos tóxicos o secundarios.

Así pues, la homeopatía nunca será dañina. Sin embargo, al ser un tratamiento muy delicado, sus efectos pueden ser anulados por medicamentos, alimentos u olores. Muchos médicos ortodoxos opinan que los remedios homeopáticos no son más que un placebo, ya que no contienen principios activos evidentes Sin embargo. la homeopatía es cada vez mas popular y no es raro encontrar algún homeópata cualificado en los centros de salud.

Los remedios homeopáticos funcionan bien con animales; en concreto, han tenido mucho éxito con caballos de carreras, animales valiosos y delicados que reciben el tratamiento más eficaz y suave disponible, sin el riesgo de efectos secundarios adversos. Esto parece desacreditar a los detractores que afirman que la homeopatía actúa únicamente sobre la mente.

Aunque muchos remedios homeopáticos se encuentran en casi cualquier farmacia, quienes sufran una patología crónica, como la artritis, deberían acudir a un homeópata cualificado. Muchos homeópatas también son médicos ortodoxos y comprenderán ambos puntos de vista, y podrán recomendar tratamientos convencionales si lo creen necesario.

La homeopatía no trata problemas estructurales que requieran cirugía. Si necesita, por ejemplo, una prótesis de cadera, la homeopatía no servirá de nada. No puede reparar articulaciones desgastadas ni corregir deformidades óseas. Sin embargo, los remedios homeopáticos adecuados pueden acelerar el proceso de curación tras la cirugía.También funcionan como tratamiento preventivo, protegiendo frente a futuros daños y deformidades causadas por la artritis crónica.

Durante la primera consulta, el homeópata le hará muchas preguntas sobre la artritis. También le pedirá el historial médico detallado, empezando por el momento del embarazo de su madre, y una relación de las enfermedades infantiles sufridas. Le preguntará por su estilo de vida, gustos y fobias en la vida, así como por la regularidad de sus funciones corporales. También podrá preguntarle por su trabajo y aficiones. En caso de que tome algún medicamento ortodoxo, o lo haya tomado recientemente, deberá informar al
homeópata.

Al finalizar la consulta, le prescribirá un remedio, o conjunto de remedios adecuado para el problema. Hahnemann también hacía especial hincapié en la nutrición, por lo que el terapeuta seguramente le ofrecerá unos buenos consejos al respecto para minimizar los síntomas y posibles futuras recaídas de la artritis.

La mayoría de los remedios homeopáticos modernos se presentan en forma de píldoras de lactosa impregnadas en una solución del remedio. Las pastillas se disuelven en la boca y no tienen sabor alguno. Algunos remedios se comercializan en forma de solución, en unos pequeños viales de cristal con tapón de rosca, y unos pocos en forma de ungüento.

En muchos países, los remedios homeopáticos son cubiertos por el seguro medico, siempre que los recete un médico cualificado. En el Reino Unido, por ejemplo, se encuentran en el servicio nacional de salud. Este servicio también dirige cinco hospitales homeopáticos y fomenta una serie de tratamientos complementarios, no sólo homeopáticos.

Mientras sigue algún tratamiento homeopático, puede que le aconsejen modificar su estilo de vida, ya que la experiencia demuestra que estos remedios no combinan bien con algunas sustancias. La eficacia de los remedios puede verse reducida o anulada si se fuma, bebe alcohol, o mucho te, café o colas. Hay que evitar cepillarse los dientes 15 minutos antes y después de tomar el remedio. Puede que le aconsejen evitar productos de aseo muy perfumados o limpia hogares con un fuerte aroma. Algunos aceites esenciales y de aromaterapia también interfieren en los tratamientos homeopáticos.

No es probable que los remedios homeopáticos interfieran en los medicamentos ortodoxos, aunque muchos de ellos, como esteroides, somníferos y antihistamínicos, bloquearán el efecto de los remedios homeopáticos.

Antes de abandonar un tratamiento ortodoxo a favor de uno homeopático, hay que consultar al médico y asegurarse de que no supondrá un riesgo para la salud. Nunca hay que interrumpir un tratamiento bruscamente y sin consultar al médico.

ALGUNOS REMEDIOS HOMEOPÁTICOS ADECUADOS

Existen remedios eficaces para tratar la artritis. Los homeópatas prescriben según la constitución del paciente, y no según sus síntomas. Lo que funciona para una persona no tiene por que hacerlo para otra. Es necesario acudir a una consulta.

RHUS TOX (RHUS TOXICODENDRON o HIEDRA VENENOSA)
Es el remedio homeopático más habitualmente recetado para la artritis y el reumatismo que mejoran con la aplicación de calor y empeoran tras mucho tiempo sentado. Los pacientes que sienten rigidez al levantarse, y aquellos a los que el movimiento alivia, se beneficiarán de este remedio.

BRYONIA (BRIONIA BLANCA o BARBA DE VIEJO) Se utiliza para casos de articulaciones muy doloridas y que empeoran con el movimiento, pero mejoran con el descanso y la inmovilización.

RUTA (RUDA) Es un remedio útil para molestias que afectan a los tendones y ligamentos, como el codo de tenista.

CALC. PHOS (FOSFATO CÁLCICO) Remedio general para la artritis en las manos.

CALC. CARB. (CALCAREA CARBONICA, CONCHA DE OSTRA)
Es de especial utilidad en el tratamiento de la osteoartritis.

ARS. ALB (ARSÉNICO BLANCO) Aunque potencialmente letal en malas manos, el arsénico en homeopatía proporciona alivio de los síntomas que empeoran por la noche y mejoran con el calor.

PULSATILLA (ANÉMONA) Remedio homeopático de muchos usos que alivia los síntomas que empeoran con el calor y mejoran al aire libre.

APIS (PICADURA DE ABEJA) Remedio homeopático de utilidad para los ataques repentinos en articulaciones calientes, inflamadas, sensibles que se alivian con frío, como en algunos tipos de artritis.