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▶ Cuando el cuerpo se sumerge en agua, las articulaciones que
soportan peso sufren menos tensión, lo que nos proporciona una sensación de
confort, relajación y ligereza. Funciona tanto en agua fría como caliente. La
hidroterapia profesional para la artritis, sin embargo, suele realizarse en
agua caliente.
Desde la época de los romanos se sabe que la hidroterapia
produce beneficios y alivio en caso de artritis. La hidroterapia se desarrolló
a principios del siglo XIX por Vincent Preissnitz en su “universidad del
agua" en la Silesia
austriaca (actual República Checa). A finales de ese siglo, un sacerdote
bávaro, Sebastian Kneipp, clasificó los usos terapéuticos del agua y,
actualmente, algunos centros todavía ofrecen la “Kneipptherapie“, disponible en
muchas clínicas y hospitales.
La hidroterapia es un tratamiento cada vez más popular en
caso de artritis, funciona de dos formas distintas, pero conexas. En primer
lugar, proporciona un alivio instantáneo del dolor y una mayor sensación de
bienestar. En segundo lugar. la inmersión en agua facilita una mayor movilidad
de las articulaciones. Por ese motivo, la hidroterapia casi siempre se combina
con ejercicios suaves, aprovechando esa mayor movilidad.
Después de una sesión de ejercicios, la hidroterapia
favorece la relajación de las articulaciones y los músculos. Relajarse con un
baño caliente es, en sí mismo, una forma de hidroterapia, pero existen piscinas
de hidroterapia especiales para quienes sufren artritis. El agua está más
caliente que en una piscina normal y cuentan con fisioterapeutas o algún otro
profesional de la salud, experto en este tipo de enfermedades.
Cuidados especializados
La hidroterapia y las sesiones de ejercicios deben
realizarse bajo la supervisión de un profesional de la salud. De lo contrario,
existe el riesgo de que las articulaciones se fuercen más de lo normal y se
provoque aún más daño.
Para que el tratamiento resulte eficaz, el agua deberá estar
a una temperatura correcta. Demasiado caliente, o fría, no resultará
beneficiosa e incluso reducirá la movilidad. Esto es muy importante en caso de
una articulación con inflamación aguda. Además, la piel puede resultar dañada
si el agua está demasiado caliente.
Es necesario reservar una sesión, o curso, en alguna piscina
de hidroterapia.
Algunos balnearios cuentan con piscinas adaptadas para
artríticos. El tratamiento en una piscina, o baño, adaptada puede combinarse
con un envoltorio de algas o barro caliente que contribuye aún más a reducir la
inflamación. Se puede elegir algún balneario que haya demostrado su eficacia en
el alivio de la artritis. Uno de los más conocidos se encuentra en el Mar
Muerto, en Israel y Jordania, donde las clínicas especializadas, en las que
trabajan médicos cualificados, tratan la artritis de diversas formas.
Las sales minerales y el calor del Mar Muerto se aúnan para
ejercer un poderoso efecto calmante sobre las articulaciones inflamadas. El Mar
Muerto es el punto de menor altitud de la tierra, y el único en el que se puede
tornar el sol todo el día sin riesgo de quemarse. Esto es debido a que los
rayos solares son filtrados a través de los vapores de sal en la superficie del
agua.
Muchas clínicas se sitúan junto a fuentes naturales de agua
caliente, o de azufre, y cada vez hay más personas que han comprobado que el
efecto de este remedio natural dura mucho más que el proporcionado por los
medicamentos. En algunos balnearios de la República Checa ,
donde los científicos investigan la artritis, se ha comprobado que el
tratamiento de hidroterapia en una piscina natural de agua caliente puede
aliviar el dolor por completo durante un año.
Para experimentar alivio en caso de artritis severa,
seguramente hará falta alojarse en un balneario durante unas tres semanas.
Aunque se obtenga un cierto alivio instantáneo, los efectos no durarán
demasiado tiempo con una sola sesión. Al parecer, el efecto de la hidroterapia
diaria es acumulativo. Muchos balnearios, aunque no todos, combinan las
sesiones de hidroterapia con una dieta sana, y puede que con suplementos
nutricionales, además de ofrecer la oportunidad de relajarse en un lugar
hermoso y tranquilo.
La autoayuda
Los tratamientos pueden seguirse en casa. Las sales del Mar
Muerto, y las de otros balnearios, se fabrican para uso doméstico. Por ley, no
pueden anunciarse como un tratamiento contra la artritis, pero alivian el dolor
a muchos pacientes.
Caminar junto al mar y nadar en sus aguas es sabido que
beneficia a la salud y los artríticos se benefician, además, de esta forma de
hidroterapia. Nadar contribuye a conservar la movilidad al mantener la fuerza
muscular y el espectro de movimientos en torno a una articulación.