La artritis, en sus múltiples formas, se debe a diferentes y
complejas causas. En algunas formas de la enfermedad, la edad es el factor
fundamental. En otras, se debe a una alteración de la química del cuerpo o al
mal funcionamiento del sistema inmunológico.
Las investigaciones actuales sobre las causas de la artritis
incluyen el estudio del funcionamiento del sistema inmunológico y de lo que
falla en muchos casos de artritis. Las etapas y mecanismos de la reacción
autoinmune, en la que los tejidos del propio organismo son atacados por los
anticuerpos, están cada vez ¡más claras y ofrecen esperanzas para el desarrollo
de nuevos tratamientos.
La mayoría de las enfermedades empeora con la edad, y,
aunque ésta quizá no sea la causa de muchos procesos artríticos, sí que influye
en la aceleración del proceso y el debilitamiento de los mecanismos de
inmunidad y defensa, por lo que el organismo es menos capaz de combatir la
enfermedad. Además, con los años, el metabolismo se vuelve más lento y aumenta
nuestra predisposición a engordar. Esto puede afectar al desarrollo y
progresión de la artritis.
Algunos factores de riesgo son controlables: podemos
adelgazar, dejar de fumar y. en general, mejorar nuestro estilo de vida con
vistas a aliviar la artritis.
El exceso de peso
Las personas con exceso de peso someten a todo su organismo
a un mayor esfuerzo. Las articulaciones del sistema músculo-esquelético no son
una excepción y necesitan trabajar más en caso de exceso de peso. Lo que
normalmente es una enfermedad degenerativa o de desgaste, se convierte, en
personas obesas, en un serio riesgo para la salud.
El delicado mecanismo
de las articulaciones, sobre todo de aquellas que soportan peso, como las
caderas, rodillas y tobillos, tendrá que estirarse al límite. Por ejemplo, las
vértebras de la columna se comprimen. El cartílago que rodea el extremo de los
huesos se vuelve menos flexible. Los músculos y las articulaciones necesitan
más oxígeno, pero el cuerpo con sobrepeso y un sistema cardiovascular alterado no podrá
producir bastante, ni lo suficientemente rápido para cumplir con la demanda. El
esfuerzo al que están sometidas partes cruciales de la articulación puede
aumentar por cuatro o cinco de modo que una ligera pérdida de peso supondrá una
gran diferencia en el esfuerzo al que se ve sometida una articulación que
soporta peso.
La artritis es mucho más común en mujeres con sobrepeso. El
exceso de peso es claramente negativo en caso de osteoartritis, y se recomienda
que quienes la padecen recuperen cuanto antes su peso ideal. La obesidad
también afecta en otros tipos de artritis, ya que la vida diaria es mas agotadora
si se tiene sobrepeso.
¿Cuánto es demasiado?
Los métodos tradicionales para calcular el peso adecuado,
como las tablas de peso y altura, ya no se consideran suficientemente eficaces
para determinar el peso ideal. Tampoco tienen en cuenta la proporción entre
músculo y grasa. El musculo pesa más que la grasa, y se puede pesar más que
otra persona de la misma estatura, pero estar más en forma. Actualmente, los
médicos se guían por el índice de masa corporal (IMC) para determinar si el
peso está dentro de los limites normales.
El factor hereditario
Muchos tipos de artritis atacan con más frecuencia en
algunas familias. Sin embargo, eso no quiere decir que la artritis se “herede”.
Lo más que se puede decir es que se ha heredado una predisposición genética a
sufrir esa enfermedad, cuando los padres, abuelos y tíos la padecen.
El factor genético
¿La artritis es genética? En su desarrollo está implicado
más de un gen. Sin embargo, por el mero hecho de tener el gen, no significa que
vaya a desarrollar la enfermedad. Igualmente, algunas personas que no son portadoras
del gen, pueden desarrollar la enfermedad. Lo que sí se hereda es una fuerte
tendencia a desarrollar alguna forma de osteoartritis. La herencia es el
principal factor en la espondilitis anquilosante.
Investigación genética
Los investigadores han hallado una secuencia especifica de ácidos
nucleicos, uno de los constituyentes del ADN que es un marcador para la
artritis reumatoide. Las personas que heredan esta secuencia, sea de la madre o
del padre, son más proclives a sufrir alguna
forma grave de artritis, que podría afectar a los órganos
internos además de las articulaciones. Estas investigaciones podrían conducir
en el futuro a un consejo genético que identifique a las personas con más
riesgo de desarrollar alguna forma grave de artritis, o que necesiten un
tratamiento mas intensivo.
La causa de la artritis y la búsqueda del gen responsable,
sigue siendo objeto de investigación científica. Los factores genéticos juegan
un papel en la predisposición a sufrir artritis reumatoide, pero los
científicos aún no conocen los genes implicados.
De momento, los científicos opinan que la artritis
reumatoide puede deberse a una combinación de factores genéticos y ambientales (seguramente
un agente infeccioso como un virus o una bacteria) que hacen que una persona sea
propensa a la enfermedad.
El factor de género
¿Es la artritis más común en mujeres que en hombres? La
espondiiitis anquilosante es una de las pocas formas de artritis más frecuentes
en hombres que en mujeres. La mayoría de las formas restantes afecta mucho más
a las mujeres.
En Estados Unidos, casi dos tercios de las personas enfermas
son mujeres.
- La osteoartritis afecta a 11,7 millones de mujeres, el 74
por ciento de los casos.
- La fibromialgia afecta a 3,7 millones de personas, y a
siete veces más mujeres que hombres.
- La artritis reumatoide afecta a 1.5 millones de mujeres, el
71 por ciento de los casos.
- El lupus afecta a 117.000 mujeres, el 89 por ciento de los
casos.
- La artritis reumatoide juvenil afecta a 4.000 niñas, el 86
por ciento de los casos.
Autoinmunidad
Muchas formas de artritis, incluyendo la artritis reumatoide
y el LES, están relacionadas con la autoinmunidad. La autoinmunidad es un
proceso en el que el sistema inmunológico del organismo se
‘equivoca” y empieza a atacar al cuerpo.
Se piensa que el proceso es activado por una infección,
bacteriana o vírica, que dispara la reacción inmune, y que no se desactiva al
desaparecer la infección. En la mayoría de los casos no está claro exactamente
qué infección está implicada.
Deporte y ejercicio
En circunstancias
normales, el ejercicio es beneficioso, y a la mayoría de las personas les
vendría bien practicarlo mas.
No obstante, existen ciertos tipos de ejercicio y deportes
que pueden agravar la artritis cuando se tiene una predisposición a sufrirla, y
algunos ejercicios y deportes pueden, de hecho, provocar la enfermedad.
Los esfuerzos a que se someten las articulaciones de las
bailarinas de ballet son una carga intolerable, y las articulaciones se
resienten.
Los deportes de contacto provocan a menudo problemas
articulares, de cartílagos y, más adelante, artritis. El fútbol es seguramente
el ejemplo más conocido, pero el rugby y otros deportes también son
perjudiciales.
- La naturaleza repetitiva de algunos ejercicios puede
causar problemas a cualquier edad.
- Muchos deportes son peligrosos, simplemente por el riesgo
de lesiones o traumatismos. Cualquier deporte en que uno se pueda caer y
romperse un hueso, o sufrir una lesión que requiera cirugía puede
predisponernos a problemas futuros.
- El hecho de que muchos tipos de ejercicio y deportes sean
competitivos somete al cuerpo a un estado de tensión, y aumenta la probabilidad
de traumatismos y desgastes. Los deportes que requieren aguantar una postura
antinatural durante un tiempo, con el cuerpo en tensión, son especialmente
peligrosos. Las rodillas y, en algunas personas, las caderas, son propensas a
sufrir por ese esfuerzo.
El ejercicio debe practicarse con moderación. No someta al
cuerpo a una gran carga. Evite deportes que exijan movimientos de giros y
torsión. Si tras practicar un deporte o ejercicio siente dolor, tómelo como un
aviso: el cuerpo le está diciendo que el esfuerzo es excesivo.
Descanse unos cuantos días y deje que el cuerpo se recupere.
Y, la próxima vez que practique su deporte o ejercicio favorito, lleve el
calzado adecuado, caliente bien antes de empezar, tenga cuidado durante el
ejercicio, pare en cuanto empiece a sentir cansancio y cese la actividad adecuadamente.
Medicamentos
Algunos medicamentos pueden interaccionar con otros, y
algunas mezclas de medicamentos pueden provocar efectos secundarios indeseables
en forma de artritis. Por eso hay que consultar con el médico antes de tornar
una medicina, e informarle de todos los medicamentos que se esté tomando. Es de
especial importancia, por ejemplo, en el caso de gota, porque el tratamiento
capaz de aliviar otros tipos de artritis, la aspirina, puede favorecer la gota.
Los medicamentos contra la artritis pueden reaccionar con
determinadas medicinas prescritas para la hipertensión, y con el litio.
La vacuna contra la rubéola produce efectos
musculoesqueléticos en el 20 por ciento de los casos. Suelen persistir de dos a
cuatro semanas tras la vacunación, pero pueden durar más y, raramente, meses.
Los pacientes a los que se aplican medicamentos intravenosos, sufren el riesgo
de desarrollar artritis séptica.
Al recibir una receta, deben seguirse unas sencillas
precauciones.
- Compruebe que lo que hay escrito en la receta sea el
medicamento prescrito por el médico.
- Pregunte al médico por los efectos secundarios, para saber
qué puede esperar.
- Al recoger el medicamento en la farmacia, compruebe la
etiqueta para asegurarse de que le han entregado el medicamento recetado por el
médico.
Los errores pueden suceder, y suceden: forman parte de la
vida diaria.
Alergias
La reacción alérgica es una respuesta inmune perjudicial del
organismo a una sustancia (normalmente un determinado alimento, polen, pelaje o
polvo) para el que se ha vuelto hipersensible.
Las alergias alimentarias pueden intervenir en algunos tipos
de artritis inflamatoria. Es importante pedirle al médico que le remita a un
servicio de alergologia si sufre dolores artríticos sin que exista evidencia de
artritis. Una alergia podría ser la culpable.
Sea cual sea la enfermedad o desarreglo, es importante
obtener cuanto antes un correcto diagnóstico, para poder recibir enseguida el
tratamiento indicado.
Traumatismos (lesiones)
Un traumatismo es una lesión o herida física. A veces, la
artritis se desarrolla tras una lesión, independientemente de la predisposición
genética a contraerla. La artritis puede desarrollarse muchos años después del
traumatismo. Este tipo de artritis recibe el nombre de secundaria.
Tabaco
Fumar tabaco provoca más de 100.000 muertes prematuras al
año en el Reino Unido, 23.000 en Australia, y alrededor de 350.000 en Estados
Unidos. Pocos fumadores pueden pretender ignorar los peligros del tabaquismo.
Aunque en el mundo desarrollado cada vez se fuma menos, el tabaquismo está en
aumento en algunos países en desarrollo.
Fumar no sólo es peligroso por las enfermedades que causa,
como el cáncer de pulmón, sino porque empeora prácticamente cualquier otra
enfermedad. La artritis no es ninguna excepción. El tabaco contiene sustancias
tóxicas, y fumar destruye hasta el 15 por ciento del suministro de oxigeno del
cuerpo. Eso significa que se requiere más tiempo para la regeneración del
tejido dañado, y que el dolor y el cansancio son mayores en los artríticos que
fuman.
Tabaco e investigaciones sobre artritis
La revista Annals of the Rheumaflc Disease publicó un estudio
que afirmaba que fumar aumenta la gravedad de la artritis reumatoide. Investigadores de la Facultad de Medicina de lowa, Estados Unidos,
estudiaron la gravedad de la enfermedad en más de 300 pacientes. Concluyeron
que fumar es un factor de riesgo significativo y modificable que afecta a la
gravedad de la artritis reumatoide.
La artritis reumatoide provoca inflamación crónica y
degeneración de las articulaciones, sobre todo de las de los dedos, manos,
pies, tobillos, rodillas y hombros. Se suele diagnosticar por la presencia de
articulaciones inflamadas, radiografías que revelan erosión alrededor de la
articulación afectada, y por la presencia de anticuerpos conocidos como factor reumático,
en la sangre.
Tras contar con los factores de riesgo de la artritis
reumatoide, como la edad y el sexo, el equipo de la Universidad de Iowa
observó que los pacientes que habían sido o eran fumadores tenían más probabilidades
de tener un nivel alto del factor reumático, y más riesgo de sufrir erosión
ósea. Además, los que habían fumado durante más de 25 años, triplicaban el
riesgo de factor reumático y erosión ósea frente a los no fumadores.
Los peligros
Fumar puede provocar anomalías en el sistema inmunológico de
los que padecen artritis reumatoide, en los pulmones y otras partes del cuerpo.
Fumar aumenta el nivel de glóbulos blancos, y fumar mucho puede provocar
anomalías en las células del sistema inmunológico, que pueden aumentar el
riesgo de infecciones. Fumar compromete la actividad del sistema inmunológico
del organismo, y los autores del estudio sugieren que puede ser más importante
en el desencadenamiento de la enfermedad que en su perpetuación.
El estilo de vida
Éstos son los pasos que debe seguir para reducir el riesgo
de desarrollar artritis, o para aliviarla si ya la sufre.
Disminuir los riesgos
1. Mantenga su peso dentro de unos límites normales. Si no
está seguro de cuál es su peso ideal, puede calcular el índice de masa corporal
2. Coma sano. Tome cinco porciones de fruta fresca o verdura
al día, cruda o al vapor para preservar sus vitaminas y minerales. Tome
alimentos ricos en hierro y calcio, y considere tomar suplementos de aceite de
pescado, rico en los ácidos grasos esenciales omega 3, EPA y DHA.
3. Practique algún ejercicio regularmente y con moderación,
teniendo en cuenta el esfuerzo al que se verá sometido el sistema musculoesquelético.
Preste atención especial si el ejercicio somete su cuerpo a esfuerzos.
4. Compruebe los medicamentos que toma, con el médico y en
la farmacia.
5. Si piensa que alguna de sus articulaciones puede estar
afectada por artritis, consulte al médico con vistas a recibir tratamiento lo
antes posible. Cuanto antes comience el tratamiento, mayores serán las
probabilidades de conservar la movilidad.
6. Tras una lesión, reduzca el dolor y la tensión sobre la
articulación con los ejercicios y técnicas de relajación que mejor le vayan. El
ejercicio adecuado puede proteger una articulación frente a futuras lesiones. Recuerde
que tan malo es hacer poco ejercicio como excederse en él.
7. Es importante encontrar el punto de equilibrio entre la
capacidad de relajarse y la de mantenerse lo más activo y en forma posible. Las
clases de relajación ayudan a algunas personas, al igual que otras terapias
complementarias, como la meditación, la visualización, la acupuntura y la
aromaterapia
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